Museo del Convento San
Francisco Fray Pedro Gocial
El templo de San
Francisco de Quito es la edificación religiosa de mayor extensión en la región.
Allí se albergan 4 mil objetos, entre esculturas, lienzos y muebles. El
convento más hermoso de América. Con 3,5 hectáreas, San Francisco es una
estructura impresionante. Desde 1983 ha sido intervenido por la Agencia
Española de Cooperación Internacional y el Instituto de Patrimonio Cultural. En
1996 se adaptó un sector del templo para el Museo Franciscano.
El Convento Máximo
de San Francisco fue fundado por los Hermanos de la Orden Seráfica a mediados
del siglo XVI, luego de que ellos hayan llegado a tierras quiteñas el 6 de
diciembre de 1535 encabezados por Fray Jodoco Ricke, insigne baluarte de la
construcción de la historia de nuestra Nación. Al llegar a Quito lo primero que
se proponen hacer es la construcción de una modesta Capilla que la culminan el
25 de enero de 1536 y la dedican, por ocasión de esa fecha, a la Conversión de
San Pablo, por lo que nuestro Convento lleva este nombre histórico como un homenaje
a este gran inicio de la producción cultural y religiosa de la nueva ciudad de
Quito.
Fray Pedro Bedón Museo Dominicano
Recuerda a Fray
Pedro Bedón, distinguido pintor dominico y prior del Convento de S. Domingo en
1598; es considerado el primer pintor quiteño de prestigio entre finales del
siglo XVI e inicios del XVII; autor de la muy tradicional pintura de "La
Virgen de la Escalera", que se encuentra en la iglesia de este Convento.
Se destacó por haber formado una cofradía de pintores indígenas quiteños. En
una de las salas se encuentra una imagen de la Virgen de Quito, atribuida al
taller del escultor Bernardo de Legarda.
Las iglesias
quiteñas custodian tesoros del arte colonial. Para compartirlas con el público,
el templo de Santo Domingo ahora muestra su reserva, el museo Fray Pedro Bedón.
Presentan lienzos y esculturas de los siglos XVI, XVII y XVIII. En 1965, el
padre dominicano Gonzalo Valdivieso tuvo la idea de reunir algunas piezas
artísticas de las reservas del convento de Santo Domingo para socializarlas con
el público ecuatoriano. De esta manera se estableció el Museo Fray Pedro Bedón.
El nombre se debe al hermano dominicano que, en las postrimerías del siglo XVI,
estableció un taller de formación en pintura para que los naturales de Quito
pudieran reproducir los temas del Evangelio y, así, propagar la fe católica. El Museo fue reabierto al público en
1994, después de un proceso de recuperación integral del Convento. En un
recorrido por el lugar, usted encontrará tres salas para el arte colonial de
los siglos VI, VII y XVIII, en cuanto a lienzos y esculturas. En esta reserva
destaca una escultura de San Juan, la cual lleva firma de Bernardo de Legarda.
También hay una representación de la Virgen de Quito, atribuida a uno de los
talleristas de este escultor.
Museo Miguel de Santiago
Se pueden observar
lienzos de Goribar, De la Cruz, algunos anónimos atribuidos a la Escuela
Quiteña y a los alumnos de Miguel de Santiago. Además 4 pinturas del siglo
XVIII pertenecientes a Bernardo Rodríguez, en los que plasma a cuatro doctores
de la Iglesia, estos santos son: San Gregorio, San Agustín, San Ambrosio y San
Jerónimo. La característica de estos lienzos es la espectacular utilización de
los colores rojo, azul, blanco y sobre todo el color dorado. Los marcos
original que guardan a cada uno de los lienzos han sido completamente
restaurados. Encontramos también un estandarte del siglo XVIII de autor
anónimo, hecho en lienzo templado y óleo, en el encontramos a Santa Rosa de
Lima. Además encontramos esculturas del siglo XVIII de varios autores anónimos
las que se caracterizan por ser talladas en madera, estucadas y policromadas;
cubiertas en pan de oro y con ojos de vidrio. Son: San Miguel, San Rafael, El
Niño. Para concluir se presenta un Libro Coral del siglo XVIII, elaborado en
pergamino (cuero de oveja), con pinturas vegetales y escritura a mano. Tiene
una pasta de madera forrada de cuero. La Sala Capitular esta ubicada en el
corredor oriental, es la habitación más grande del convento, tiene 22. 5 m. de
largo, 7 m. de ancho y 6 m. de alto. Posee un piso hecho en ladrillo pastelero
para decoración elaborado en Quito. El objetivo principal de su construcción
era albergar a la Comunidad Agustina, por este motivo la sillería trabajada en
madera de cedro
negro al natural,
se dispone
alrededor de la
sala; tiene capacidad de acoger a 150 personas aproximadamente. Este conjunto
de sillería presenta al estilo Barroco Español (hoja de acanto, flores y
frutos) acompañado de un modelo de concha que muestra a Santiago de Compostela. Extremeño Francisco Becerra,
se inició la construcción de la iglesia y convento de dicha congregación
religiosa.
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