Casa de Benalcazar
En el Museo Casa de Benalcázar
también se encuentra una biblioteca histórica, en la cual se encuentran libros
de gran valor, por su contenido y su procedencia, algunos fueron donados por
personajes como Clemente Ponce y Gorge Garces de los años 40 y 50 quien leyó
documentos antiguos con un castellano antiquísimo muy difícil de entender para
las personas sin preparación en este campo, también posee una cinemateca, y
biblioteca virtual. La Casa de Benalcázar esta basada en un típico modelo de
Andalucía de España, formadas por un patio en forma de un cuadrado, su
estructura es de madera, decorada con plantas y sus columnas que soportan el
segundo piso son de piedra de forma cilíndrica. En este lugar fueron recibidos
los reyes de España: Don Juan Carlos Primero y Doña Sofía en el año de 1980. En
las paredes de la casa se exhiben los retratos de distintas personalidades
entre las que se encuentran el Sr. Jorge Luna Yépez, el Dr. Alfonso Chiriboga,
Sr. Jorge González y los Reyes y el Príncipe Felipe Borbón que fueron recibidos
por Bolívar Chiriboga presidente del Instituto Ecuatoriano de Cultura
Hispánica, el 9 de Agosto de 1996 en Quito.
La edificación que se puede
apreciar actualmente en la esquina de las calles Benalcázar y Olmedo no es de
los días de la conquista: su construcción data de inicios del siglo XVIII. El
lugar ahora es administrado por el Instituto de Cultura Hispánica, una entidad
que persigue el sincretismo y el intercambio de experiencias culturales entre
España y Ecuador. Para el efecto se ha constituido en una galería del arte
colonial, además de poseer una amplia biblioteca sobre literatura e historia
ibérica, y una cinemateca con varios documentales binacionales.
Casa Museo de María Augusta
Urrutia
En pleno centro de Quito se
encuentra la Casa-Museo de María Augusta Urrutia, lugar que rememora la vida de
la reconocida dama de la aristocracia quiteña cuyo nombre lleva este museo. María
Augusta Urrutia nació en 1901 y falleció en 1987, descendiente de hacendados y
del aristócrata Juan Pío Montúfar. A los tres años quedó huérfana y entonces
heredó varias haciendas, tanto en Quito como en Machachi. A sus 20 años
contrajo matrimonio y entonces recibió la Casa 760 como regalo de bodas por
parte de la familia de su esposo. Debido a que su pareja falleció en 1931 y
nunca tuvieron hijos, Urrutia emprendió una vida dedicada a la beneficencia.
En la Casa 760 empezó a recibir a
varios niños de la calle haciendo de esta pequeña mansión un comedor y centro
de juegos. Para expandir su labor solidaria decidió en 1939 crear la Fundación
Mariana de Jesús la misma que actualmente administra el museo. Con la creación
de esta fundación, y la vinculación que Urrutia siempre llevó con la Compañía
de Jesús, cedió sus haciendas para obras benéficas y religiosas. Así. La
hacienda de Solanda se destinó al Banco Ecuatoriano de la Vivienda para la
construcción de casas para los desposeídos, la Hacienda de la Gasca sirvió para
la edificación del Seminario Mayor, la Hacienda Rumipamba se usó para que los
jesuitas construyeran el Colegio San Gabriel y en su límite inferior se creo el
parque La Carolina (nombrado así en memoria de la tía de María Augusta Urrutia,
antigua hacendada de aquella zona). En Machachi, las haciendas fueron a manos
de jesuitas. La gran parte de los réditos de las haciendas de María Augusta
Urrutia se destinaron a la obra de la Fundación, además que ella fue el mecenas
del pintor ibarreño Víctor Mideros. Así, la actual Casa 760 fue restaurada y
ahora expone a la casa tal y como María Augusta solía tenerla a principios del
siglo XX. Muestra una gran colección de artículos domésticos “modernos” para la
época, piezas decorativas de finales del siglo XIX, muebles de estilo europeo y
piezas de arte que demuestran los refinados gustos que poseía la dama quiteña.
Además cuenta con una exposición permanente de 78 piezas del artista Víctor
Mideros.
Museo Histórico Militar Casa de
Sucre
La mansión esquinera ubicada en
el centro histórico de Quito muy conocida en la época republicana como “casa
azul” hoy convertida en museo de sitio, fue el hogar de Antonio José de Sucre,
uno de los más grandes jefes militares que tuvo América en la época de la
independencia, gestor de la gloriosa Batalla de pichincha, constituyéndose en
el corazón cívico del Ecuador. Quito, Patrimonio Cultural de la Humanidad,
presenta a todos los ecuatorianos, la residencia de uno de los personajes más
importantes de nuestra historia. Se trata de la casa del Gran Mariscal de
Ayacucho Antonio José de Sucre, hoy convertida en Museo Histórico Militar.
Con la misión de constituirse en
un organismo didáctico difusor del civismo y la cultura para consolidar la
Identidad Nacional y el autoestima del pueblo ecuatoriano, tomando como imagen
los valores éticos, políticos y militares del gran Mariscal Antonio José de Sucre
y su familia en la ciudad de Quito a través de visitas guiadas, conferencias y
otros actos cívicos y culturales, se crea el Museo Histórico Militar “Casa de
Sucre” mediante decreto número 1454 del Consejo Supremo de Gobierno el 20 de
mayo de 1977 y abre las puertas al público en general con el propósito de
mantener viva la memoria del Gran Mariscal de Ayacucho y difundir su
extraordinaria campaña militar y política. El Museo Histórico Casa de Sucre,
conocida en la época republicana como “Casa Azul”, debido a que sus paredes
interiores y exteriores en la época colonial estuvieron pintadas de un color
azul añil, se encuentra en el centro histórico de la ciudad capital, en las
calles Venezuela y Sucre esquina. Está abierto a todo público, en cuyo interior
podrán observar los objetos que pertenecieron al hogar de la familia Sucre
Carcelén. La mayor parte de enceres que se encuentran en la casa son originales
de la época que hoy constituyen las colecciones que dispone el museo.
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